La arquitectura monolítica frente a los Microservicios
La fuerza de la manada. Microservicios (II)
16 enero 2023
Este post forma parte de una serie de artículos sobre metodología, arquitectura y nuevas tecnologías, escritos con el objetivo de compartir parte de los procesos que desarrollan nuestros equipos de alto rendimiento en MindDen.
En la entrada anterior, Microservicios I, ya mencionábamos las ventajas de este tipo de arquitectura.
Una arquitectura monolítica es un enfoque tradicional en el que todas las funcionalidades de una aplicación se encuentran en un único paquete o módulo. Esto puede ser más fácil de implementar y mantener en un principio, ya que todo el código está alojado en un único lugar. Sin embargo, a medida que la aplicación crece en complejidad y tamaño, puede volverse más difícil de escalar y actualizar.
Por otro lado, una arquitectura de microservicios divide una aplicación en pequeños servicios independientes que se comunican entre sí a través de una interfaz de programación de aplicaciones (API).
Entre las ventajas de una arquitectura de microservicios se encuentra la escalabilidad y la flexibilidad, gracias a que cada servicio se encarga de una funcionalidad específica.
El hecho de que cada servicio pueda escalar de manera independiente, permite adaptarse mejor a los cambios en el tráfico y el crecimiento de la aplicación. También, posibilita una mayor flexibilidad, ya que cada servicio puede ser desarrollado en un lenguaje de programación diferente y con herramientas distintas, lo que favorece la adopción de nuevas tecnologías y la elección de las mejores herramientas para cada servicio. En consecuencia, que cada servicio pueda ser desarrollado, probado y desplegado de manera independiente, facilita el proceso de actualización y mejora, logrando maximizar el rendimiento y agilidad del desarrollo.
- La parte servidora es tecnológicamente heterogénea. Siempre maximizando el rendimiento y la agilidad del desarrollo.
- En su escalabilidad, solo replica la parte más congestionada, mejorando los costes de infraestructura, en lugar de replicar toda la aplicación. Esto mejora los costes de infraestructura y se adapta mejor a los cambios en el tráfico y el crecimiento de la aplicación.
- Un refactorizado es siempre sobre una parte y no sobre un todo. Solo afectará a un servicio específico y no a la aplicación completa, lo que facilita el proceso de actualización y mejora.
- Al tener partes en diferentes repositorios previene los conflictos. En una arquitectura de microservicios, cada servicio está alojado en un repositorio diferente, lo que previene los conflictos y facilita el proceso de desarrollo y actualización.
- Solo se exponen las partes necesarias, lo que facilita la implementación de una seguridad perimetral y protege mejor la aplicación.
- En una arquitectura de microservicios, cada servicio tiene una responsabilidad única, lo que previene la duplicidad de código y facilita el proceso de desarrollo y actualización.
- Desplegar una parte siempre será más rápido que desplegar un todo. Cada servicio puede ser desplegado de manera independiente, lo que permite una mayor velocidad en el proceso de desarrollo y actualización.
- Menor acoplamiento. Es una ventaja de la arquitectura de microservicios, ya que cada servicio es independiente y tiene su propia responsabilidad única, lo que reduce el acoplamiento entre los componentes de la aplicación. Esto significa que los cambios en un servicio no afectan directamente a los demás servicios, lo que facilita la escalabilidad, el mantenimiento y el desarrollo de la aplicación. Además, esto permite una mayor flexibilidad, ya que se puede actualizar o reemplazar un servicio sin afectar al funcionamiento de la aplicación completa.
Por el contrario, una desventaja de una arquitectura de microservicios es la complejidad adicional que conlleva el manejo de múltiples servicios y la comunicación entre ellos. Además, puede haber un mayor costo en términos de infraestructura y recursos necesarios para manejar una gran cantidad de servicios.
En cuanto a los aspectos técnicos, una arquitectura de microservicios requiere de una buena planificación y diseño de las APIs para garantizar la comunicación entre los servicios. También, es necesario, por un lado, una buena gestión de la configuración y el despliegue de los servicios; y, por otro, una estrategia para el manejo de errores y la monitorización.
Además, es importante tener en cuenta que una arquitectura de microservicios requiere de un mayor coste en términos de infraestructura y recursos necesarios para manejar una gran cantidad de servicios. Por lo tanto, es importante evaluar cuidadosamente las necesidades del proyecto y los recursos disponibles antes de elegir esta arquitectura. Por eso, los equipos de MindDen ayudan a nuestros clientes a encontrar la solución óptima adaptada a la realidad de su proyecto y sus necesidades reales.
Desde MindDen, llevamos trabajando en este tipo de paradigmas bastantes años y hemos afrontado proyectos de todo tipo. Algunos, donde una estrategia de arquitectura distribuida es la mejor opción y, otros, donde mantener un base de desarrollo acoplada puede ayudarnos a conseguir los objetivos.